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Pie zambo

¿Qué es el pie zambo?

El pie zambo, también denominado talipes equinovarus, es una malformación congénita (presente desde el nacimiento) de los pies. Afecta a los huesos, los músculos, los tendones y los vasos sanguíneos, y puede presentarse en uno o en ambos pies. Generalmente, el pie tiene un aspecto corto y ancho, y el talón apunta hacia abajo, mientras que la mitad delantera del pie está girada hacia adentro. El cordón aquilino (tendón de Aquiles) está tieso. El talón puede ser angosto y los músculos de la pantorrilla son más pequeños en comparación con una pierna normal.

El pie zambo se presenta en aproximadamente uno a tres de cada 1,000 nacimientos y la cantidad de niños afectados duplica a la de niñas.

¿Cuáles son las causas del pie zambo?

El pie zambo se considera una "herencia multifactorial". La herencia multifactorial significa que el defecto congénito puede ser causado por muchos factores. Estos factores por lo general son genéticos y ambientales.

A menudo, uno de los sexos (masculino o femenino) se ve afectado con mayor frecuencia que el otro en lo que concierne a los rasgos multifactoriales. Parece haber un "umbral de manifestación" diferente. Esto significa que un sexo tiene mayor probabilidad que el otro de manifestar el problema. Por ejemplo, el pie zambo es dos veces más común en hombres que en mujeres. Una vez que un niño nace con pie zambo, la probabilidad de que vuelva a suceder depende de varios factores. Si padre e hijo están afectados, la probabilidad de que se repita puede ser de hasta un 25%. Si un padre no tiene pie zambo, entonces el riesgo de repetición se basa en el sexo del primer niño nacido: 2% de riesgo si es varón y 5% si es mujer.

¿Cuáles son los factores de riesgo del pie zambo?

Los factores de riesgo pueden incluir los siguientes:

  • Antecedentes familiares de pie zambo

  • Embarazo múltiple (mellizos o trillizos)

  • Posición del bebé en el útero

  • Mayor incidencia en niños con trastornos neuromusculares, como parálisis cerebral y espina bífida

  • Oligohidramnios (cantidad reducida de líquido amniótico alrededor del feto en el útero) durante el embarazo

Los bebés que nacen con pie zambo también pueden correr mayor riesgo de padecer un trastorno asociado en la cadera, conocido como displasia del desarrollo de la cadera (DDC). La DDC es un trastorno de la articulación de la cadera, en el cual la parte superior del hueso del muslo (fémur) entra y sale de la cavidad debido a que esta no es lo suficientemente profunda para que la articulación se mantenga intacta.

¿Cómo se diagnostica el pie zambo?

El proveedor de atención médica de su hijo diagnosticará el pie zambo mediante un examen físico cuando el bebé nazca. Durante el examen, el proveedor de atención médica obtendrá la historia clínica del embarazo y nacimiento de su hijo, y le preguntará si otro familiar padece de pie zambo. Si se diagnostica pie zambo en un bebé o niño más grande, el proveedor de atención médica de su hijo también le hará preguntas sobre acontecimientos importantes del desarrollo, ya que el pie zambo puede estar asociado con otros trastornos neuromusculares. Los retrasos del desarrollo pueden hacer necesario un seguimiento médico más exhaustivo para evaluar los problemas subyacentes.

Los procedimientos de diagnóstico del pie zambo pueden incluir los siguientes:

  • Radiografía. Se trata de un examen de diagnóstico que utiliza rayos electromagnéticos invisibles (rayos X) para generar imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una placa.

Tratamiento para el pie zambo

El proveedor de atención médica de su hijo analizará con usted el tratamiento específico para el pie zambo según lo siguiente:

  • La edad, el estado general de salud y la historia médica de su hijo

  • La gravedad de la afección

  • La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias

  • Las expectativas de la evolución de la afección

  • Su opinión o preferencia

El objetivo del tratamiento es enderezar el pie para que pueda crecer y desarrollarse normalmente. Las opciones de tratamiento para bebés incluyen las siguientes:

  • Tratamiento no quirúrgico. Existen diferentes métodos no quirúrgicos para bebés con pie zambo. Estos métodos incluyen la manipulación y yeso en serie, vendajes, fisioterapia y uso de férulas, y la utilización de una máquina que permite un movimiento pasivo continuo. El tratamiento no quirúrgico debe ser el primer tipo de tratamiento para el pie zambo, independientemente de la gravedad de la malformación.

    Según la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos (AAOS, por sus siglas en inglés), el método Ponseti, que emplea la manipulación y el yeso, es el que más se suele usar en EE. UU. para tratar el pie zambo. La mayoría de los casos de pie zambo se pueden corregir en dos a tres meses mediante este método. Se recomienda iniciar el tratamiento con el método Ponseti tan pronto como se diagnostique pie zambo, incluso desde la primera semana de vida. La AAOS afirma que los bebés con pie zambo ocasionalmente presentan una malformación lo suficientemente grave como para que la manipulación y el yeso no sean eficaces.

    Debido a que el pie zambo puede volver a aparecer, se utilizan elementos ortopédicos durante varios años para evitar la recurrencia. Al principio, los elementos ortopédicos se utilizan durante 23 horas al día hasta por tres meses, y después por la noche durante dos a cuatro años.

  • Cirugía. El tratamiento quirúrgico del pie zambo puede ser necesario en los siguientes casos: cuando el tratamiento no quirúrgico no logra corregir la malformación o cuando la malformación reaparece y no responde al tratamiento no quirúrgico. El procedimiento quirúrgico específico y el alcance de la cirugía dependerá del tipo y el alcance de la malformación. Después de la cirugía, se pueden usar alambres quirúrgicos, ganchos o yeso para mantener la posición correcta del pie hasta que se cure por completo. También puede ser necesario entablillar durante varios meses o incluso algunos años después de la cirugía.

¿Qué son los yesos de pierna completa?

Los yesos de pierna completa se aplican desde la parte superior del muslo hasta el pie. Estos yesos se usan con frecuencia en el tratamiento del pie zambo. También se pueden usar en el caso de luxaciones de rodilla, fracturas o después de una cirugía en la zona de la pierna o de la rodilla.

Instrucciones para el cuidado del yeso

  • Mantenga el yeso limpio y seco.

  • Revise si existen grietas o fisuras en el yeso.

  • Los bordes ásperos se pueden acolchar para proteger la piel contra rasguños.

  • No rasque la piel debajo del yeso introduciendo objetos debajo de este.

  • Utilice un secador para el cabello en un lugar fresco para introducir aire dentro del yeso y aliviar la piel caliente y con picazón. No introduzca aire tibio ni caliente en el yeso.

  • No coloque polvos ni lociones dentro del yeso.

  • Cubra el yeso mientras el niño come para evitar que los alimentos se derramen e ingresen en el yeso.

  • Evite que se coloquen juguetes u objetos dentro del yeso.

  • Levante el yeso por encima de la altura del corazón para reducir la hinchazón.

Cuándo llamar al proveedor de atención médica de su hijo

Comuníquese con el proveedor de atención médica si su hijo presenta uno o más de los siguientes síntomas:

  • Fiebre de más de 101° F (38.3° C) o escalofríos

  • Aumento del dolor

  • Aumento de la hinchazón por encima o por debajo del yeso

  • Quejas de entumecimiento u hormigueo

  • Salida de líquido o mal olor proveniente del yeso

  • Dedos de los pies fríos

Perspectiva a largo plazo para un niño con pie zambo

La mayoría de los bebés con pie zambo pueden corregirse con la manipulación en serie y yeso. Algunos bebés pueden necesitar cirugía para ayudar a corregir la posición del pie. También es posible que se necesiten cirugías posteriores, debido a que la malformación puede reaparecer a medida que el niño crece y se desarrolla.

Revisor médico: Daphne Pierce-Smith MSN FNP RN CCRC
Revisor médico: Joy Fincannon RN MN
Revisor médico: Kelley Gaskin RN MN
Revisor médico: Kelley GaskinLee Jenkins
Revisor médico: Louise Akin RN BSN
Revisor médico: Nancy Bowers RN MPH RN MPH
Revisor médico: Sara Foster RN MPH
Revisor médico: Lee Jenkins
Última revisión: 11/1/2018
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