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Cáncer de cuello uterino: quimioterapia

¿Qué es la quimioterapia?

En la quimioterapia (quimio), se usan medicamentos fuertes destinados a destruir las células cancerosas. Los medicamentos atacan y destruyen células que crecen rápidamente, como las células cancerosas. Algunas células normales también crecen rápido. Es por eso que la quimioterapia puede dañar esas células. Esto puede provocar efectos secundarios.

¿En qué casos podría usarse la quimioterapia para el cáncer de cuello uterino?

La quimioterapia suele administrarse junto con la radioterapia para tratar el cáncer de cuello uterino. Hace que la radioterapia sea más eficaz. Esto se denomina "quimiorradiación". La quimioterapia se puede usar sola para tratar el cáncer de cuello uterino que se propagó a otras partes del cuerpo o que reapareció después del tratamiento.

¿Cómo se administra la quimioterapia para el cáncer de cuello uterino?

Mujer sentada en su casa, leyendo, con un puerto de infusión de quimioterapia en el pecho.

A menudo, la quimioterapia se pasa a la sangre directo a través de una vía intravenosa. También puede administrarse por vía oral en forma de pastilla o como inyección. Puede administrarse en el consultorio del proveedor de atención médica, en una clínica de quimioterapia o en un centro hospitalario de infusión. Así que puede volver a su casa ese mismo día. Es poco frecuente que tenga que permanecer en el hospital para recibir tratamiento.

La quimioterapia se administra en ciclos durante un período de tiempo. Esto significa que puede recibir el medicamento durante un tiempo determinado y, luego, tiene un período de descanso. Cada período de tratamiento y descanso es un ciclo. Pueden administrarle varios ciclos. Recibir el tratamiento por ciclos permite lo siguiente:

  • Destruir más células cancerosas. La quimioterapia elimina las células que se dividen rápido. No todas las células cancerosas se dividen al mismo tiempo. Por lo que, mediante los ciclos, es posible combatir más células con el medicamento.

  • Darle un descanso al cuerpo. El tratamiento es agresivo para otras células del cuerpo que se dividen con rapidez. Por ejemplo, las células en la mucosa de la boca y el estómago. Esto provoca efectos secundarios, como llagas y náuseas. Entre un ciclo y otro, el cuerpo puede descansar y recuperarse.

  • Descansar la mente. Recibir quimioterapia puede ser estresante. El descanso de un ciclo a otro le brinda un alivio emocional entre los tratamientos.

La quimioterapia suele administrarse cada 3 a 4 semanas. Pero los cronogramas varían. El proveedor de atención médica repasará el cronograma con usted según los medicamentos de quimioterapia que se usen en el tratamiento.

Podría recibir radioterapia al mismo tiempo que la quimioterapia. Esto se hace porque la quimioterapia hace que la radioterapia sea más eficaz. En este caso, es posible que reciba quimioterapia una vez a la semana.

¿Cuáles son los tipos de medicamentos que se usan para tratar el cáncer de cuello uterino?

La quimioterapia para el cáncer de cuello uterino suele hacerse con una combinación de medicamentos que se administran por vía intravenosa. Estos son algunos de los medicamentos más usados:

  • Cisplatino

  • Carboplatino

  • Paclitaxel

  • Topotecán

  • Gemcitabina

  • Fluorouracilo (5-FU)

¿Cuáles son los efectos secundarios más comunes de la quimioterapia?

Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del tipo y de la dosis de los medicamentos que se usen. También suelen empeorar si la radiación y la quimioterapia se administran al mismo tiempo. Pero varían de persona a persona. A continuación, se incluye una lista de los efectos secundarios más comunes:

  • Pérdida del apetito

  • Moretones o sangrado producidos con facilidad

  • Daño en los nervios (neuropatía periférica)

  • Diarrea

  • Sensación de mucho cansancio (fatiga) o de falta de energía

  • Caída del cabello

  • Aumento de la probabilidad de infecciones

  • Llagas en la boca

  • Náuseas y vómitos

  • Cambios en la piel

  • Falta de aire

  • Daño en los riñones

  • Problemas de audición

  • Cambios en el período menstrual o infertilidad

Muchos de estos efectos secundarios se pueden controlar. Y la mayoría desaparece o mejora entre un tratamiento y otro. Algunos pueden durar más o ser permanentes. Infórmele al proveedor de atención médica o al enfermero si nota algún cambio o efecto secundario. Tal vez pueda hacer algo y usar medicamentos para mantenerlos bajo control. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen con el tiempo después de que finalizan los tratamientos. 

Colabore con el equipo de atención médica

Es importante saber qué medicamentos usa. Anote los nombres de sus medicamentos. Pregunte al equipo de atención médica cómo actúa cada uno, para qué sirven y qué efectos secundarios podrían causar.

Hable con los proveedores de atención médica sobre los signos a los que debe estar atenta y controlar, y cuándo debe llamar. Por ejemplo, la quimioterapia puede hacerla más propensa a contraer infecciones. Es probable que el proveedor de atención médica le indique que llame si presenta signos de infección, como los siguientes:

  • Ardor al orinar

  • Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior, o según lo que le haya indicado el proveedor de atención médica

  • Tos reciente o falta de aire

  • Enrojecimiento, hinchazón y calor en la zona de una lesión o de una vía intravenosa

  • Escalofríos con temblores

  • Dolor de garganta

Asegúrese de saber a qué teléfono llamar si tiene preguntas. ¿Hay una línea telefónica diferente para llamar durante la noche, los días festivos y los fines de semana?

Puede ser útil llevar un registro de sus efectos secundarios. Escriba cualquier cambio físico, de razonamiento y emocional que tenga. Tener una lista por escrito hará que le resulte más fácil recordar las preguntas cuando concurra a las citas. También les facilitará a usted y a su equipo de atención médica colaborar en el armado de un plan para controlar los efectos secundarios.

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